Tenerife acoge 150 producciones audiovisuales en 2018 que generan 2.600 puestos de trabajo

Tenerife acogió el año pasado el rodaje de 150 trabajos nacionales e internacionales, desde largometrajes a documentales pasando por programas de televisión, series o anuncios publicitarios, que dejaron unos ingresos de 28,8 millones de euros.

Estos datos representan las mayores cifras desde que se comenzaron a registrar estas estadísticas de manera sistemática a través de Tenerife Film Commission (TFC), a las que hay que sumar los más de 2.600 profesionales locales contratados el año pasado, entre técnicos y extras.

Los detalles han sido expuestos este martes en rueda de prensa por el consejero de Turismo del Cabildo, Alberto Bernabé, y el director de la Tenerife Film Commission, Ricardo Martínez, quienes han resaltado la fortaleza de la industria audiovisual en la Isla.

Cuatro productores españoles de cine conocerán las mejores localizaciones para rodajes de la Isla de la Palma

elapuro.com. 29 de junio de 2015

Los reconocidos productores ejecutivos Adrián Guerra de Nostromos Pictures; Denis Pedregosa de Babieka Films; Sebastián Álvarez de Volcano Films y Juan Cano de Sur Film, visitarán La Palma a finales del próximo mes de julio invitados por la Palma Film Commision. El objetivo principal de la visita es conocer las localizaciones de la Isla de la Palma para futuros rodajes y participar en la jornada sobre incentivos fiscales e inversión en cine que está organizando La Palma Film Commission y que está previsto que se celebre a finales de julio.

Entre la numerosas producciones de estos profesionales del cine destacan películas como Exodus: Gods and Kings, Furia de Titanes, Ira de Titanes, A todo Gas 6, En El Corazón del Mar, Palmeras en la Nieve y Cómo sobrevivir a una despedida, todas ellas rodadas en los últimos años en las Islas Canarias.

El Cabildo de La Palma, a través de la Sociedad Pública para el Desarrollo de La Palma (Sodepal), subvenciona la actividad de la oficina de la Film Commission en la Isla.
Canarias está en el punto de mira de los productores internacionales por sus competitivos incentivos fiscales que convierten a las islas en unos de los mejores platós de cine a nivel mundial, por eso se espera que, en los próximos meses y, sobre todo, a partir del año que viene, las producciones en las islas aumenten de forma considerable.

En palabras de María José Manso, coordinadora de La Palma Film Commission, «La Palma es un diamante en bruto y tenemos que comenzar, desde ya, a promocionarla como escenario para rodajes potenciando valores como la diversidad de paisajes que tiene en sólo 704 kilómetros cuadrados: el clima, la seguridad, el servicio de gestión de permisos que estamos consiguiendo centralizar y esos increíbles incentivos fiscales que son los mejores de Europa».

La llegada de estos productores coincide con la celebración del Festivalito, Festival de Cine de Las Estrellas, en La Palma entre el 24 y el 31 de julio, y se encuentra dentro del plan de acción promocional que la oficina del cine en la Isla tiene en su programación anual

Un radical en el país de las hadas

EL PAIS. 18 JUN 2015

La labor de animación –salvo en la muy detallada expresividad de la criatura- es más funcional que imaginativa
Resulta bastante sorprendente que un animador que dio sus primeros pasos cuando cierto espíritu contracultural empezó a infiltrarse en los códigos de la televisión infantil debute como director con Campanilla y la leyenda de la bestia, uno de esos productos que conforman la serie B de la producción Disney y que el estudio parece facturar con competente mimo, pero con ningún margen para el hallazgo, la originalidad y mucho menos la transgresión. Steve Loter tuvo su carta de presentación como director de un corto –Hate (1995)- basado en la homónima y popular historieta del underground Peter Bagge, antes de pasar a realizar episodios de la radical serie de Nickelodeon Ren y Stimpy –aunque ya en la etapa posJohn Kricfalusi- y de la no menos desquiciada Duckman. Poco hay de ese sustrato en este cuento de hadas dirigido al público infantil: si acaso, el diseño de la bestia del título que, por una vez, funciona como acicate para un tipo de espectador –niño- que hasta ahora se había mantenido a prudente distancia de la melaza asociada al universo de las princesas Disney.

Sexto largometraje de una franquicia modesta que se abrió en el año 2008, Campanilla y la leyenda de la bestia, que quizá sea el último título de la saga, enfrenta a las aladas hadas de Pixie Hollow con una profecía apocalíptica centrada en la figura de un monstruo que bien podría haber diseñado el Chris Sanders de Lilo & Stitch (2002), Cómo entrenar a tu dragón (2010) o Los Croods (2013), con algún toque de Appa, el bisonte volador de la serie Avatar: The Last Airbender que acabaría adaptando Shyamalan con discutibles resultados. La labor de animación –salvo en la muy detallada expresividad de la criatura- es más funcional que imaginativa, pero el trabajo de texturas y colores sitúa el conjunto en otra liga, todavía lejos de la excelencia de las producciones relevantes Disney, pero a gran distancia de esa gran competidora en la especialidad que es la franquicia de producciones animadas que protagoniza la muñeca Barbie.